Hacía tiempo que le tenía ganas. Des de que estuve por ahí en un taller de fotografía que me quedé prendado con las posibilidades que ofrecía el parque. Así que, aprovechando unos días de descanso por ahí finales de diciembre, busqué un día para ir a hacer unas fotos y sacarme ese monillo.
Los cumpleaños de los más pequeños es algo que siempre me descoloca; un año lo estás retratando que casi no andan y a la que te despistas los tienes corriendo y dándote unas conferencias sobre xuxes y peluches que te dejan pasmado! Es un ambiente relajado, con parientes y compañeros de clase que se les salen los ojos al ver las montañas de golosinas
La preboda de Pau e Irene fue algo especial. Como cada una de las prebodas que tengo la suerte de fotografiar, siempre hay alguna cosa que te acaba uniendo a ellos. Ya sea por tu grado de implicación o por sus ganas de sacar las cosas adelante con el máximo resultado. Al final….